La educación es la principal solución a los problemas de natalidad y envejecimiento que registra el país, según varios expertos, pues en el primer caso la sociedad ve "prescindible" tener hijos y, en el segundo, las personas con estudios avanzados "mantienen la productividad durante más años".
La Fundación Barrié acoge hoy el ciclo de conferencias "Galicia en la encrucijada", en la que los ponentes analizan la crisis demográfica que afecta a la comunidad y que la llevaría a quedar en 2050 por debajo del nivel poblacional de 1900, sostiene el presidente de esa fundación y de la Zona Noroeste de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), José María Arias. Para revertir la crisis demográfica, Arias ha citado el ejemplo de Irlanda y ha apostado por la educación, un gran pacto social entre gobierno, sindicatos y patronal con el sector primario, el fomento de las condiciones para atraer empresas y el aprovechamiento de los fondos de la Unión Europea.
Por su parte, Macarrón Larumbe, director general de la Fundación Renacimiento Demográfico, plantea establecer "medidas concretas" que empiezan en el ámbito económico, con ayudas directas o beneficios fiscales a quienes son padres. "Tener hijos cuesta dinero y penaliza a las mujeres en las empresas.
Eso hay que compensarlo, no con todos los gastos porque si no, habría quienes tendrían hijos por negocio, pero hay que compensarlo porque es un bien para la sociedad", ha detallado. En su opinión, la educación es la mayor herramienta para solucionar el problema de la baja natalidad y por esa razón espera que se fomente la necesidad de tener hijos. "Hay un tema de valores, cosa etérea, que es que una sociedad quiera tener niños como primera prioridad. Ahora es totalmente prescindible. Tenemos que volver al pasado, el modelo del pasado funcionaba", ha defendido.
En cuanto al envejecimiento, el economista Antón Costas Comesaña sostiene que "el mayor triunfo de la humanidad es el aumento de la esperanza de vida acompañado de un aumento aún mayor de la salud. Este triunfo de la humanidad lo estamos viendo con mucho pesimismo", ha lamentado.
Según Costas Comesaña, este segmento de la población estará "veinte o veinticinco años en una situación económica excepcional" y se encuentra entre la población en edad laboral y la vejez. "La mayor discriminación en nuestras sociedades es la discriminación contra la edad. Los ERE contra la edad están prohibidos en Estados Unidos, allí si haces eso, vas a la cárcel", ha subrayado. Ejemplifica lo ocurrido con el caso de un cirujano con unas "manos maravillosas" que el día que cumpla 65 años deberá estar jubilado, lejos de los quirófanos.
"Es un despilfarro que una persona sea productiva el 15 de febrero y el 16 no lo sea. Hace falta reorganizar el mundo de la sociedad y el mundo del trabajo", ha defendido. Para este experto, la nueva categoría de personas mayores que no entran en la "vejez" es una "mina" para el mundo de las empresas porque los mayores de cincuenta años tienen el setenta por ciento de la renta disponible actual y el 85 por ciento de la riqueza, aunque esto no se está "explotando", por lo que espera que empiece el fomento del consumo, en especial entre las mujeres, que "viven más".
"Hay un dividendo económico, empresarial y comercial en el envejecimiento", ha añadido, y la "creencia de que las economías tienen un stock dado de empleo y si lo ocupan los mayores, no lo pueden ocupar los jóvenes, no es verdad". En resumen, concluye, "la educación es el destino" porque, según argumenta, "la productividad de las personas mayores está relacionada con su grado de educación"
